domingo, 15 de octubre de 2017

CARBURO Y GAS ACETILENO

EL GAS ACETILENO Y EL CARBURO DE CALCIO

El gas acetileno arde con un llama blanca y brillante, algo muy adecuado para el alumbrado. Su uso en la iluminación autónoma tiene dos hitos: el carburo de calcio, a finales del siglo XIX y el acetileno disuelto en acetona, a principios del siglo XX. Así, Con respecto al primero, Moissan y Willson desarrollan, a finales de siglo XIX, un método para fabricar carburo de calcio, lo que facilitaría la generación de acetileno, tanto en cantidades industriales, como en el interior de pequeñas lámparas concebidas para varios usos.


Con respecto a las lámparas de carburo, el funcionamiento es relativamente sencillo: en un depósito se almacena el carburo de calcio, producto químico que puede parecer piedra, y se añade agua (bien por goteo o capilaridad). El agua y el carburo reaccionan produciendo gas acetileno que se quemará en una boquilla especial (piedra).


El ejemplar, sobre estas líneas, es un candil de carburo de la marca española FISMA. Uno de los últimos modelos fabricados en nuestro país. En el vaso inferior se almacena el carburo y en el superior el agua. Una espita permite controlar el goteo del agua sobre el carburo y el gas saldrá por la boquilla donde se producirá la llama.


En estas dos imágenes, uno de los carbureros más populares, el perteneciente a la marca francesa Arras. Este ejemplar fue utilizado en las minas de Marruecos y fue un regalo de Mariano Hedrosa.



En la chapa, se ve el grabado de un triángulo, un velero y la marca española Teucro. Tal vez en referencia al Héroe que, después de entrar en Troya dentro del caballo diseñado por Ulises, vagó por el mar hasta fundar Cartagena. En este modelo, el carburo se introduce en el depósito central, que se sumerge en que lleva el agua. El líquido entrará por capilaridad en el carburo y hará posible la generación de acetileno.


Este modelo de la casa guipuzcoana "Unión Cerrajera", estuvo muy extendido. Un carburero, tal como se ha visto, no es más que un generador de acetileno con una boquilla. Su uso se relaciona con la minería, pero se utilizño en cantidad de actividades y en algunos lugares, aún se emplea.


Otro ejemplar, de fabricación española, muy deteriorado por el uso.


En el caso, el gasto artesanal revela el uso en alguna mina española, posiblemente en la obtención de antracita, en el Norte de León o Palencia.


La sencillez del principio del carburero, ha dado lugar a gran cantidad de artefactos artesanales. Algunos, como en este caso, usados en las tareas de pesca.


Mas sofisticado es el modelo, de llama vertical, Etoile. Diseñado por un ingeniero francés, ha sido usado en minas de hierro o excavación de túneles. El depósito de carburo es de acero y el de agua de latón con una estrella de seis puntas en relieve.
En casi todos los apartados de este trabajo, se exponen faroles, faros o lámparas de carburo específicos de las distintas actividades. Aparatos que utilizan diversos tipos de boquillas de acetileno.


Las boquillas suelen estar compuestas por un casquillo de latón y una pieza de esteatita (piedra jabón de sastre) o de cerámica. En la figura, lo que debió ser un muestrario de la marca británica Bray, con un buen surtido de boquillas, de diferentes usos y denominaciones. Destacaremos aquellas que mantenían una llama piloto que permitía el apagado y encendido de faros o proyectores.

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